El Ministerio de Educación prevé instaurar dos niveles diferenciados de matemáticas a partir de tercero de ESO. La propuesta viene a complementar el proyecto de crear un último curso de secundario diferenciado entre quienes estudiarán Formación Profesional y quienes ingresarán en Bachillerato.
Las matemáticas, pues, serán distintas entre los alumnos que tengan pensado estudiar FP y quienes opten por el itineratio de los estudios superiores. La medida no va sola, y contemplará la modificación de asignaturas optativas que existen en los dos últimos cursos de secundaria de tal manera que los convgertirá en una pasarela para la siguiente etapa.
La propuesta del Gobierno, además, prevé una salida hacia los programas de cualificación profesional para los alumnos “con dificultades de adaptación”. Lo polémico es que en este grupo el Ministerio de Educación incluye no solo a los estudiantes con necesidades educativas especiales, sino también a quienes tengan “una situación económica desfavorable”, un criterio a todas luces clasista.
Estos programas, al contrario que como sucede ahora, no podrán culminar con la obtención del título de la ESO, a pesar de que podrán capacitar para acceder a la FP y, más tarde, a la universidad.